La “industria” de los tatuajes no es necesariamente famosa por su calidad de servicio, por esto, cuando un estudio se destaca a través de servicio y entrega una excelente atención al cliente, comienza a crecer rápidamente (como bien sabemos, el poder del boca-a-boca es increíble, 92% de los consumidores consideran las recomendaciones de familiares y amigos mucho más válidas que otras formas de marketing o publicidad – fuente).
Aun así, la industria de los tatuajes es cada vez más amada por un público muy diverso. Esto ha creado estándares de calidad, que hacen la diferencia entre estudios profesionales y amateurs. ¿Cuáles son éstos?

  • La recepción: la decisión de tener un tatuaje genera una mezcla de emociones, entre las cuales se destaca el miedo (de dolor, de consecuencias, de decisiones a largo plazo etc), por esto es sumamente importante hacer sentir bienvenido y confortable al cliente cada vez que sea posible. Más allá de reglas, portafolios, presupuestos etc, la empatía y la energía positiva requerida al comienzo es un factor clave en la toma de decisión del cliente y en todo el proceso que sigue.
  • Los consejos: una buena parte de los clientes de un estudio se están tatuando por la primera vez, por lo cual no conocen todo los requerimientos pre y post tatuaje. También, es muy normal que al tatuador se le escapen detalles de orden informativo, ya que tiene mucha responsabilidad encima (al final, uno lo evalúa por sus diseños y no por sus consejos). Este tipo de detalles pueden mejorar o empeorar el resultado final, por esto, lo mejor es crear un mini libro o folleto con todos los consejos, requerimientos, recomendaciones etc y entregarlo a cada posible cliente que visita el estudio. Este es un buen ejemplo de automatización de procesos que ahorra tiempo y permite que el artista se enfoque en el arte y no tanto en la parte administrativa.
  • La intimidad: tener un espacio privado para las personas que no se sienten tan confortables en público es vital. No creo que sean necesarias más explicaciones.
  • La relación post-tatuaje: dependiendo del tamaño y la complejidad del tatuaje, el “proceso de recuperación” varía de fácil a muy difícil. En ese momento el artista tatuador se convierte en un “cirujano” que debe revisar a menudo el estado del paciente. No estoy sugiriendo que un artista pase todo el día en whatsapp, pero sí puede automatizar el envío de un correo con un texto template donde muestre interés, ofrezca apoyo etc. Esto, les aseguro, le aumentará la tasa de fidelización de clientes, el NPS, el NEV y obviamente las ventas (utilicé palabras técnicas a propósito, para que vean cómo pequeños gestos se pueden convertir en indicadores de calidad mundialmente reconocidos). 

¿Qué otros conceptos son esenciales en un estudio de tatuajes?