En la era de la revolución tecnológica, quizás la transformación más sorprendente sea la que vive constantemente el cliente; lo rápido que se mueve, cambia de opinión y se diversifica. Es por ello que hoy más que nunca es fundamental estar cerca de tu público, conocer en profundidad sus costumbres, su ciclo de vida y los canales para llegar a “él”. Esto es lo que marketing conocemos como una “Estrategia Multicanal”.
1.- Conocer a tu público objetivo: tu producto no va a ser igual de valioso para todos, ya que las necesidades de las personas son diferentes. Concéntrate en tu público objetivo y concentra una estrategia multicanal que apunte únicamente a él. Como dice el refrán “el que mucho abarca, poco aprieta”.
2.- Identifica los canales más efectivos: estudiando el comportamiento de tu público objetivo, será fácil establecer patrones que indiquen cuál o cuáles son los puntos de contacto para comunicar mejor tu mensaje. Concentra tus esfuerzos y recursos en dichos canales.
3.- Reconoce los “puntos de fuga”: son las instancias en las que un potencial cliente decide no concretar una compra. Identificando qué etapa del proceso de compra -o embudo de conversión- es el que presenta mayores fugas, te permitirá identificar la razón. Generalmente se debe a la falta de información, garantías complejidades técnicas -particularmente si se trata de un e-commerce.
4.- Lleva un control: establecer distintos KPIs -o indicadores de gestión- para medir la efectividad de cada etapa del proceso de compra, te otorgará una visión gráfica del estado estado de la estrategia multicanal, y si está dando o no resultados. Lo mismo aplica para la efectividad de tu empresa en su totalidad. Como decía Joseph M. Juran, “lo que no se puede medir, no se puede mejorar”.